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sábado, 3 de diciembre de 2011

PERIOSTITIS TIBIAL

HOLA!! RESULTA QUE POCO ANTES DE LOS EXAMENES SEMETRALES ME "ATACO" LA PERIOTITIS TIBIAL :( , ME PUSE A BUSCAR SOBRE LA SITUACION Y PUES AQUI LES DEJO ALGO MUY INTERESANTE QUE ENCONTRE EN: http://www.podologialapaz.com/blog/podologia-deportiva/lesiones-deportivas-i-periostitis-tibial/
SALUDOS!!



¿Qué es la periostitis?
Se trata de una reacción perióstica (el periostio es una membrana muy vascularizada que recubre el hueso en su superficie externa) a lo largo del origen del músculo sóleo y de su fascia, del músculo flexor largo de los dedos y en menor medida, del músculo tibial posterior, provocada por la tracción de estos músculos sobre la zona de periostio a la que se fijan en la cara posterior de la tibia, con rotura de las fibras de Sharpey entre el músculo y el hueso.

¿Qué síntomas produce?
La periostitis tibial se caracteriza por una clínica de dolor y pesadez en la mitad distal de la pierna de los atletas que se produce normalmente por causa biomecánica como hemos nombrado anteriormente (tracción), aunque no existe acuerdo en cuál es exactamente la causa de la periostitis.
¿Qué puede provocar Periostitis?
Hiperpronación: Aumento de la pronación del pie.
Distensión (por excesiva tracción) de los músculos plantar flexores (Sóleo, Flexor largo de los dedos, Tibial posterior).
Aumento de la tendencia a varo del antepie o retropié.
Aumento brusco de la intensidad del entrenamiento.
Inadecuado aporte de calcio.
Correr sobre superficies muy duras o inclinadas.
Calzado deportivo inadecuado.
Lesión previa.
¿Qué pruebas son necesarias para diagnosticarla?
El diagnóstico se hará por la clínica y además el paciente puede tener dolor a la palpación en la zona afecta. Como prueba complementaria puede visionarse la periostitis mediante la Gammagrafía Osea, puesto que la Radiografia será normal.
Será necesario también determinar la causa, para ello los podólogos haremos una exploración biomecánica completa con estudio informatizado de la marcha y sobre todo estudio en dinámica sobre tapiz rodante con videograbación, para poder visionar la marcha del corredor, y estudiar su gesto deportivo de una manera más exhaustiva. Esta exploración es ESENCIAL ya que nos permite ver la marcha del corredor a cámara lenta, viendo movimientos que el ojo humano es incapaz de captar.

Tratamiento Podológico
Desde el punto de vista podológico, será necesario:
Determinar la causa biomecánica concreta.
El tratamiento irá encaminado a disminuir la hiperpronación y estabilizar el pie en una posición que evite o disminuya las tracciones y solicitaciones de los músculos involucrados.
Por la tanto el tratamiento podológico serán plantillas personalizadas realizadas a la medida de cada paciente.
No debemos olvidar la importancia del calzado deportivo en esta patología, una zapatilla gastada y no adecuada también puede producir lesión, por lo que es necesario que además de realizar plantillas el podólogo aconseje sobre el uso de unas zapatillas con gran capacidad de amortiguación y absorción de choque.
Prevención.
La periostitis tibial puede evitarse. Sólo es necesario unas nociones basadas sobre todo en 4 aspectos:
Plantillas personalizadas con control de hiperpronación, porque reducirán la tracción sobre la zona medial del sóleo que es al final la causante del dolor en la periostitis.
Uso de zapatillas o calzado deportivo con capacidad de absorción de impactos, mejor si es neutro. Un músculo fatigado o débil no es capaz de absorber y disipar las fuerzas de reacción, y estás fuerzas son transmitidas al hueso, aumentando el riesgo de lesión. Por la tanto una zapatillas que nos de una buena capacidad de absorción de impacto, nos ayudará a disipar las fuerzas y no serán transmitidas al hueso. Las zapatillas deben ser cambiadas entre los 400 y 800 km, dependiendo de multitud de factores como el peso del corredor, el estilo de correr, y la superficie sobre la que se corre.
Aumentar el trabajo en el sóleo, mediante estiramientos y ejercicios destinados a fortalecerlo.
Programas de entrenamiento controlados: reducir las distancias, frecuencia y duración del entrenamiento en casos de periostitis aguda, para permitir descansar a la tibia y que el hueso se vaya regenerando. Controlar la superficie de entreno, evitar las superficies muy inclinadas o abruptas.